domingo, 28 de marzo de 2010

¿Nombre del padre?

Delante de la señora que lleva el tema de las clases de matronatación, para las que me quiero apuntar con mi hijo, espero pacientemente a que deje de teclear furiosamente el ordenador, terminando al parecer la anterior inscripción, de la que hace ya más de 5 min.
- Ya estoy con usted- me dice sin levantar la vista del ordenador. -¿Nombre del niño?
- Rafael Vazquez
- ¿Edad?
- 21 meses
- ¿nombre de la madre?
- Mía vazquez
-¿nombre del padre?
- No hay

Se digna a mirarme por primera vez, por encima de las gafas, y con gesto de suficiencia, pregunta:
-¿Cómo que no hay padre?
- Como que no hay padre, somos una familia monoparental
-¿Monoqué?
-Soy madre sola-, digo empezando a sentirme violenta y molesta
- Igualmente, necesito en nombre del padre, dice mirándome sin recato de arriba a abajo, ponderando y examinando lo que le debe parecer un bicho raro.
- Le repito que no hay padre, déjelo en blanco, - digo tajantemente, ya sin disimular mi malestar.
- Pero necesito los datos del padre, nombre y apellidos. Todas las criaturas tienen un padre y una madre, aunque luego se separen, qué manía tienen las mujeres de querer eliminar la figura paterna.

Respiro hondo, sonrío cortesmente (aunque lo que quisiera sería abofetearla y pisotear repetidamente sus gafas de culo de botella)

- Mire, señora, no tengo que darle ninguna explicación, aunque seguro que le gustaría escucharla. Haga el favor de dejar ese espacio en blanco y terminar de hacer su trabajo, que le recuerdo consiste en rellenar solicitudes de inscripción para clases de natación, no en hacer observaciones y juicios de valor. Si no se ve capaz, por favor llame a otro compañero suyo o al encargado.

Me mira furibunda, entre escandalizada y sorprendida, y terminamos de rellenar el formulario. Al salir, y mientras me dirijo a la puerta oigo que dice,
- Habráse visto semejante descarada...

miércoles, 24 de marzo de 2010

Hasta hoy

Mi hijo tiene casi 2 añitos ahora.

Los primeros meses pude no trabajar, así que disfruté mucho de mi tiempo con mi hijo. Me senti afortunada por no tener que dejarle en la guardería, como muchas madres, para ir a trabajar con tan sólo 16 semanas. Yo estaba presente en cada momento, cada cosa nueva, cada pequeño progreso, cada gesto y avanve, yo era testigo, y sabiendo que no duraría demasiado, me volqué al 100%.
Cerca de los 8 meses tuve que incorporarme. La economía de una familia monoparental sólo tiene una base, y los ahorros no duran demasiado si se trata de pagar hipoteca, facturas, pañales y demás.

El día que cumplió 1 añito apenas podía creerlo. 1 año!!!! Reuni a mi familia e hicimos una fiestecilla, y él estaba encantado de tenernos a todos a su alrededor, cantándole, besándole y abrazándole sin parar...

Desde el cumple hasta hoy, cuántos cambios, qué progresos! Los primero pasos y palabras, cómo aumenta su autonomía pero parece necesitarte como nunca... se siente fuerte y libre, pero sin perderte de vista...
La casa se convierte en una trampa y es imposible despejar todos los peligros. Aún así, tranformación del hogar en fortaleza : protectores de enchufes, esquinas, cajones, puertas... y sobre todo, mil ojos, porque en décimas de segundo es capaz de crear el más absoluto caos. Es rápido como el viento.

De bebote-renacuajo ha pasado a ser terremoto-trepador-destructor, y casi no me he dado cuenta. Miento, lo he disfrutado mucho, cada etapa y cada mometo, pero el tiempo pasa tan deprisa... da vértigo.